sábado, 17 de octubre de 2015

BIOÉTICA DE LA ENSEÑANZA CON PACIENTES:
HOSPITALES UNIVERSITARIOS GARANTES DEL RESPETO POR EL PACIENTE



Por ser el cuerpo parte de la intimidad, el pudor
se muestra entonces como resistencia a la desnudez,
como una invitación a buscar a la persona
más allá de su cuerpo. Mediante el acto y el gesto
pudoroso, tan cercano aquí a la vergüenza, la persona
expresa una negativa a que su cuerpo sea
tomado, por así decir, sin la persona que lo posee,
como una simple cosa (Yepes, R)



Al pasar el vestíbulo de un Hospital Universitario ; el paciente sabe y entiende que tendrá que enfrentarse en mayor o menor medida al escrutinio de sus dolencias con un enfoque  asisitencial múltiple y lleno de miradas. Es decir será objeto de enseñanza de personal en formación en el área de la salud.

La pregunta es :  Si quienes son docentes tienen claridad en los derechos de los pacientes en cuanto a que no solo encontrar al paciente en una camilla en un hospital universitario le da libertad para preguntarle en forma repetitiva, exponer su historia clínica, acercarse con grupos de estudiantes, permitir que sea examinado por muchas manos y finalmente que su actitud sea sumisa y complaciente con el acto de enseñar ?





Acá puede aparecer una relación médico-paciente instrumentalizada, un acto médico que puede generar asimetría en cuanto a la posición dominante puede generar presión indebida al favorecer una transmisión de supremacía sobre el paciente que por su condición debe aceptar su posición en el proceso educativo.  Lo anterior quizás se da por hecho y no se discute, no se cuestiona y muchas veces no se modifica. Es frecuente encontrar profesores que ante la negativa de un paciente de someterse a la presencia de personas en formación ; recibe una frase desobligante o agresiva del docente que se resume en :- Ud no sabe que esto es un Hospital Universitario?

Quiero confirmar la importancia del modelo del Hospital de enseñanza; pero llamar la atención que no puede ser el mismo Hospital de finales del siglo XIX  que inició William Osler; es decir un escenario que mezclaba la asistencia con la docencia sin clarificar muy bien los roles y sin tener explícitos los deberes y derechos de los pacientes.

En pleno siglo XXI los escenarios hospitalarios son muy diferentes; hoy se manifiestan como organizaciones con protocolos, guías de manejo, sistemas que mejoran la seguridad del paciente , indicadores que motorizan su desempeño y finalmente se ha hecho real el concepto de la humanización. 





Por estas razones no cabe en ningún raciocinio que al mencionar : Hospital Universitario; sea un sinónimo de avasallamiento de los derechos del paciente y su familia.
Para quienes ejercen la medicina en este entorno es un imperativo ético el lograr transmitir a sus estudiantes que antes de llegar a ver la historia clínica, realizar un examen anatómico, evaluar un resultado de laboratorio o dar una opinión terapéutica. El personal de salud debe tener claro que debe haber un consentimiento por parte del paciente y una aceptación real de lo que va a a ser sometido y una vez hecho ese contrato "docente" el abordaje del paciente debe ser delicado, respetuoso y lleno de oportunidades que confirme al paciente del valor agregado que le aportó ser parte de ese momento docente. Los estudiantes aprenderán a verse reflejados en el otro ; siendo coherentes con el principio de correspondencia ante el dolor y el sufrimiento de quienes permiten que desde ese instante biográfico; otros aprendan con su experiencia.

Por esto los Hospitales Universitarios deben tener un manual que asegure los roles docentes, una reglas de delegación basadas en las competencias a buscar o en la malla curricular que sustente o no ciertas aproximaciones al paciente, momentos de comunicación con los pacientes donde se haga explicito la solicitud del consentimiento para hacer parte del acto docente, la posibilidad de negarse a participar o en procesos docentes o de investigación, se deben garantizar escenarios que favorezcan el pudor de los pacientes, el control del ruido, etc

Los Hospitales Universitarios deben lograr mostrar que ademas de concentrar el conocimiento científico, la tecnología de punta y la experiencia que se convierte en evidencia; son los mejores escenarios que respetan y garantizan el respeto por la dignidad de la persona humana. Hacer algo diferente se convierte en contradicción y no asegura la transparencia del acto hipocrático en su inmensidad.

En resumen los Hospitales dedicados a enseñar deben ser organismos virtuosos, vivos por su razón de ser y capaces de lograr ante todo la curación de la enfermedad, la formación de quienes allí acuden y poder ser garantes del respeto por la persona vulnerable que enferma allí acude buscando consuelo, apoyo y salud.